En la secrecía de nuestro corazón: El Bosque Oscuro, de Cixin Liu

Por Chessil Dohvehnain

*Este artículo contiene spoilers sobre la primera entrega de la trilogía, donde El Bosque Oscuro es la segunda parte.

La Humanidad tiene 400 años para prepararse antes de la llegada inevitable de los trisolarianos a nuestro mundo. Los colaboracionistas humanos han sido derrotados, pero antes de ser ejecutados, permitieron que a la Tierra llegaran los sofones: protones convertidos en armas de escala planetaria por nuestros futuros colonizadores, que han estancado cualquier avance en ciencia fundamental que podamos lograr para defendernos abiertamente. Solo la mente humana sigue siendo un misterio. Y en ella puede encontrarse la última estrategia para defender el planeta y al resto de nuestro Sistema Solar.

Con esta premisa comienza El Bosque Oscuro, la continuación incómoda, tensa y emocionante de El Problema de los Tres Cuerpos del autor chino Cixin Liu, considerado hoy el Asimov contemporáneo de la ciencia ficción escrita en China, que está arrasando el mundo entero en un reciente proceso de choque cultural.

Publicado originalmente en 2008, y en México hasta 2017, de la mano de Liu conocemos qué fue lo que ocurrió después del desenlace de las desventuras de Wang Miao y Shi Qiang, que llevaron a la revelación pública el pecado de la astrofísica Ye Wenjie, quien hastiada de las abominaciones políticas del régimen del proletariado de Mao que le quitaron a su padre, selló el destino del mundo al revelar nuestra posición en el universo a una civilización extraterrestre desesperada por salvarse a sí misma.

-Pues te sugeriré algo: ¿por qué no te dedicas a la sociología cósmica?

-¿Sociología cósmica?

-Tus resultados serían puramente teóricos —respondió Ye Wenjie—. Como ocurrió con la geometría euclidiana, partirías de unos axiomas sencillos que te servirán de base para acabar derivando todo un sistema.

-Fascinante… Y ¿cuáles serían los axiomas de una sociología cósmica?

-El primero, que la necesidad primordial de toda civilización es su supervivencia. El segundo, que aunque las civilizaciones crecen y se expanden, la cantidad total de material del universo siempre es la misma.

Fragmento de El Bosque Oscuro, 2017, Editorial Nova.

En este punto nos adentramos en la era de la Crisis Trisolariana, una época en la que la humanidad se ha sumido en la tensión para prepararse para un conflicto inevitable, y en el que conocemos a Luo Ji, un astrónomo y sociólogo chino en depresión, hastiado de la vida, que pronto es contactado por un viejo conocido: Da Shi, para enfrentarse a una tarea desesperada a la que se muestra renuente, cual vil desgraciado, a menos que se le conceda un sueño imposible.

Mucho más extensa que la novela anterior, la segunda parte de esta trilogía conocida como Remembranza del Pasado de la Tierra, extiende aquello que se destaca de su primera parte: un lenguaje conciso, expositivo pero cadencioso producto de un esfuerzo memorable puesto en la traducción de Javier Altayó y Jianguo Feng, que se combina con un despliegue soberbio de conocimientos técnico-científicos que vuelven verosímiles los sueños imposibles de esta entrega, incluso en el combate espacial y el desarrollo de tecnologías de parte de una humanidad cuyos avances se estancaron en nuestro estado de conocimiento actual.

Quizá su más grande victoria sea separarse de la estructura narrativa de El Problema de los Tres Cuerpos, para proponer una ramificación narrativa más amplia, a su ritmo, que aunque podría parecer cansado para el lector occidental, permite una construcción a fuego lento de una secuela épica que es innovadora por lo demencial e inquietante de sus premisas.

Ejemplo de lo anterior es el detalle puesto en la especulación económica y política expuesta por Liu, para imaginar una sociedad que se resiste a caer en la locura optando por pensar, en nuestra arrogancia, que existe una mínima posibilidad de plantarle cara a un aplastante futuro lejano, cuyos efectos psicológicos se expresan pronto en las generaciones humanas de los primeros doscientos años posteriores al comienzo de la Era de la Crisis.

Cixin Liu

Tras ocupar su puesto en la tarima, la secretaria general se tomó un minuto para contemplar a la asamblea. Por fin anunció:

-La decimonovena reunión del Consejo de Defensa Planetaria alcanza el último punto de su agenda: el anuncio del inicio del Proyecto Vallado y la revelación de los candidatos escogidos. Antes, sin embargo, me parece necesario hacer un repaso de la gestación del proyecto.

Al comienzo de la Crisis Trisolariana, los miembros del anterior Consejo de Seguridad se reunieron de forma urgente para negociar y concebir el Proyecto Vallado. Se tuvieron en cuenta los siguientes hechos: tras la aparición de los dos primeros sofones, se comprobó que otros sofones alcanzaban constantemente el Sistema Solar y se dirigían hacia la Tierra. Ese proceso aún continúa. En consecuencia, para nuestro enemigo, la Tierra es un mundo transparente. Todo cuanto sucede es para él como un libro abierto que puede leer a su antojo. La humanidad ya no tiene secretos.

Una precisión a lo que acabo de decir: la humanidad todavía está en condiciones de guardar secretos. Puede hacerlo en ese mundo interior que cada uno posee. Los sofones entienden todos los lenguajes humanos, son capaces de leer textos impresos y de obtener la información almacenada en todo tipo de soportes a velocidades ultrarrápidas, pero hasta la fecha no pueden leernos el pensamiento. Siempre y cuando no lo comunique, todo individuo es capaz de mantener lo que piensa a salvo de los sofones. Precisamente esa es la base sobre la que se asienta el Proyecto Vallado. Se trata de seleccionar a un grupo de personas que formularán e implementarán planes estratégicos. Los desarrollarán en sus mentes sin comunicar nada al mundo exterior. Todos los detalles de dichos planes, desde su razón estratégica hasta los pasos necesarios para su consecución, permanecerán de este modo a salvo, al estar ocultos en su cerebro.

Los vallados realizarán la misión más difícil de la historia de la humanidad. Además, deberán hacerlo completamente solos; con el corazón aislado del mundo, del universo entero. Su única compañía y su único apoyo moral serán ellos mismos. Al asumir esta responsabilidad aceptarán pasar muchos años en la más absoluta soledad, y por ese motivo tienen nuestro más profundo respeto. A continuación, en nombre de Naciones Unidas, procederé a anunciar los nombres de los cuatro vallados escogidos por el Consejo de Defensa Planetaria.

Fragmento de El Bosque Oscuro, 2017, Editorial Nova.

Si bien la Paradoja de Fermi ha sido una de las propuestas más inquietantes de la ciencia contemporánea que trata de responder a si estamos solos en el universo o no, sus respuestas formuladas a lo largo de más de cincuenta años resultan todavía más incómodas. Porque cual hormigas diminutas vagando por las colosales lápidas de concreto en un inconmensurable cementerio, que forma parte de una región, que a su vez forma parte de una ciudad, que pertenece a un territorio que se asocia con un continente vinculado a un planeta atado a un sistema solar, que forma parte de una galaxia de entre miles de billones que existen en un universo en expansión, ¿qué nos podría deparar, en verdad y a consciencia, más allá de la oscuridad que habita entre las estrellas?

¿Cuál será entonces el resultado de la odisea de Zhang Beihai, comandante de la fuerza espacial, en su tarea patriarcal por lograr desarrollar el marco teórico de una guerra espacial que se encuentra a cuatro siglos de distancia? ¿Cuál será el resultado de las ambiciones de los elegidos por el Proyecto Vallado en su afán por usar todos los recursos del planeta a su disposición para idear un plan que salve al mundo? ¿En dónde encontrará un científico inmoral la redención y la fuerza para cumplir lo que el planeta espera de su insignificante y miserable vida?

Una vez más, en alrededor de seiscientas páginas, Cixin Liu nos muestra lo que la ciencia ficción, como campo discursivo, tiene que ofrecer para la humanidad en su conjunto como parte de lo que el escritor mexicano Alberto Chimal ha definido como las literaturas especulativas: un mundo que encierra la imperiosa necesidad de reflexionar sobre nosotros mismos y nuestro presente a través de la imaginación. Y por todos los cielos de todos los planetas, damos gracias de que sea también a través de la ciencia ficción escrita en China, que se nos recuerde lo importante que es empujar y transgredir los límites de lo real, como ocurre en El Bosque Oscuro. Porque como bien escribe Cixin Liu, quizá al final es en la secrecía de nuestro corazón donde pueda encontrarse la última esperanza de la Humanidad.

*Chessil Dohvehnain, arqueólogo de profesión y divulgador de la ciencia, escribe sobre ciencia ficción y fantasía para The Fiction Review. Puedes seguir al autor en Twitter (@JoyDohveh), Instagram (@dohvehnain), Facebook (Joseph Chessil Dohvehnain), o en su columna en La Jornada San Luis (https://lajornadasanluis.com.mx/seccion/opinion/joseph-chessil-dohvenhain/).